Un concentrador de oxígeno es un dispositivo médico autónomo para oxigenoterapia, proporciona oxígeno en concentraciones más elevadas (concentraciones terapéuticas) que el oxígeno del ambiente. El oxígeno es un medicamento que forma parte de la lista de medicinas esenciales según la Organización Mundial de la Salud.
Es recomendado para personas que van a necesitar oxígeno suplementario durante un periodo prolongado. El cilindro de oxígeno es aconsejable para periodos más cortos de tiempo o usos espontáneos.
Tipos de concentradores de oxígeno
Los dispositivos para la concentración de oxígeno pueden dividirse en dos tipos principalmente según si cubren la totalidad o parcialmente los requerimientos del paciente: dispositivos de concentración variable y dispositivos de concentración fija.
Los dispositivos de concentración variable, también se conocen como de bajos flujos, estas máquinas de oxígeno administran oxígeno a flujos inferiores de los requisitos inspiratorios del paciente. Este completará su ventilación con aire ambiente. Algunos de los dispositivos son:
- Las cánulas nasales: son uno de los métodos más utilizados para administrar oxígeno suplementario. Son ligeras y confortables para el usuario. Permiten administrar concentraciones de oxígeno de hasta 6 lpm (litros por minuto) y hasta 4 lpm no requiere humidificación. Existen varias tallas y formas disponibles.
Una de las ventajas de las cánulas nasales es que pueden ser utilizadas a muy bajos flujos en niños y resultan muy útiles en pacientes que respiran por la boca. El usuario puede comer, beber y hablar al mismo tiempo. Requiere una vía aérea libre de obstrucciones, como por ejemplo la causada por pólipos.
- Mascarillas de oxígeno de concentración media: son adecuadas cuando no conviene emplear las fosas nasales o cuando se requieren concentraciones más altas que las obtenidas con cánulas nasales. El flujo debe ser como mínimo de 5 lpm.
Es importante utilizar una mascarilla que proporcione un adecuado sellado facial en la zona de la nariz del paciente, si no el oxígeno que se fuga podría irritar los ojos.
Los sistemas de concentración fija o concentrador de oxígeno altos flujos administran flujos que cubren la totalidad de los requerimientos inspiratorios del paciente. Algunos de los dispositivos son:
- Válvula venturi individual: se pueden incorporar en los kits de reanimación. La más popular es la del 40% que suministra hasta 10 lpm.
Se utilizan para proporcionar respiración espontánea en pacientes intubados con oxígeno suplementario durante el transporte y en la unidad de reanimación.
- Vaso nebulizador humidificador: es una forma de suministrar humidificación fría. Se utilizan habitualmente con mascarillas de aerosol y de traqueostomía. Solo debe llenarse con líquidos estériles que se tienen que sustituir todos los días.
Cómo funciona un concentrador de oxígeno
El concentrador de oxígeno funciona con electricidad. El aire ambiente pasa a través de un filtro de partículas gruesas de entrada, después llega al compresor de oxígeno.
Antes de pasar por el tamiz molecular el aire atraviesa un intercambiador térmico, de esta forma se reduce la temperatura. De esta forma, el concentrador de oxígeno consigue purificar el aire del ambiente para concentrar el oxígeno y suministrarlo al usuario.
A diferencia de un tanque o balón de oxígeno, el concentrador de oxígeno puede proporcionar un suministro continuo de oxígeno.
Cuándo y cómo se usa un concentrador de oxígeno
Son muchas las situaciones clínicas en las que el paciente presenta hipoxemia, saturación baja de oxígeno en sangre, como en casos de anestesia, complicaciones en recién nacidos y traumatismos entre otros.
El concentrador de oxígeno de altos flujos se utiliza en pacientes de enfermedades crónicas de pulmón cuya ventilación depende del impulso hipóxico.
El concentrador de oxígeno debe utilizarse junto con un oxímetro, dispositivo eléctrico para conocer la saturación de oxígeno en sangre, es muy útil para monitorizar la oxigenoterapia.
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